La carga más pesada de un hombre es su soledad. Estar sitiado, y ser incomprendido. Ahí está la imagen de Sísifo, en la montaña, cargando la piedra una y otra vez, y esa piedra es su condición. Sísifo, inmerso en sus ideas, siempre retorna al principio, absurdamente, solitario. ¿Qué perdió Sísifo, o qué es aquello que nunca tuvo?
El tiempo erosiona nuestras cargas, pero también erosiona nuestros sueños.
j/e
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