15 de diciembre de 2013

Acerca del futuro

En la nota dice
"soy una ciudad en ruinas".

Dice
"soy una triste flor
que recibe
su última dosis de agua".

Dice, además
"los planes que no le dan continuidad
a la línea de una vida
la bifurcan,
la multiplican,
pero la vida se reduce".

En la nota no dice,
pero lo intuímos,
que nos vamos muriendo de a poco
para no notarlo.
Que
la vida
la construimos de retazos de otras vidas.
Que,
oh,
que nos vamos muriendo de a poco
y cuando lo notamos
ya estamos
muertos.

13 de diciembre de 2013

Voy camino a mi perdición.
Quiero destruirme de un modo audaz y definitivo.
Quiero ser la huella de un haz de luz del espectro no visible,
la convergencia histórica de ideologías muertas.
Una mariposa en reversa.
Un muerto de hambre del tercer mundo,
fuente de reformas políticas mundiales,
fuente de libros,
congresos,
premios Nobel,
palmadas de hombro hipócritas
y fotografías de National Geographic.

Quiero ser un programa de fomento a la lectura mexicano.
Un adolescente amante de los narcocorridos
que ha dejado de ir a la secundaria.
Un universitario que pregunta
quién fue Benito Juárez,
y que solicita en su clase de historia
que no se usen palabras extrañas
como
«neoliberalismo».

Voy a ignorar mi existencia paulatinamente,
voy a desaparecer.
Voy a comprar un televisor de cuarenta pulgadas
y quientos canales.
Las calles no tienen doscientos mil muertos,
no se escuchan balazos,
son irreales.
Los políticos están haciendo reformas audaces,
nuestro bienestar, quiero decir,
los bailes y las fiestas patronales
y los programas de entretenimiento,
estarán a salvo.
La realidad es, digamos, una ficción montada por televisa.
Soy un ser colectivo.
No hay yo, solo un nosotros, un esto.
Nada.
Gracias.

3 de junio de 2013

{esbozo}

- Escuché algo: "cállate", después oí un disparo. Después me desperté, creo. Eran las 12:00 am, recibí un mensaje, ella llegaría a las 3 pm, tenía cinco horas para eso. Hice lo habitual, aunque no estoy seguro de que esa sea la palabra. Tenía esa sensación, ¿sabe? De extrañeza, de no estar familiarizado. Conocía... cómo puedo explicarlo, tenía un conocimiento preciso de las cosas... dónde estaba el café, qué marca tenía, mi ropa, pero al moverme, al sortear la puerta, al oler el café... no podía asociarlo a nada, a un sabor, a un momento pasado, nada. Cuando estuve listo fui a la central, por ella. Había recibido un mensaje de que me estaba esperando. Busqué su cara pero no la vi. Le envié un mensaje por celular, le decía que estaba parado buscándola y no la veía. Sonó un celular a unos diez metros. Una muchacha de cabello ondulado y blusa morada se levantó, miro alrededor y se volvió a sentar. Recibí un mensaje inmediatamente "estoy aquí, no te veo, traigo una blusa morada".
- ¿De su número?
- Sí, su número, lo tengo registrado. Se lo mostraré.
- Corrobore este número con nuestros registros... Continué.
- Le respondí diciéndole que sólo había una persona con blusa morada en toda la sala de espera. Me dijo "soy la única persona con blusa morada entonces". Me pareció extrañísimo, ya sabe, . Puede tener una idea, todo el día me había sentido extraño... alienado. Después pasa esto... que mi recuerdo de cómo era ella no concordaba con lo que estaba viendo, ¿qué se supone que piense? ¿Era una agnosia? Quiero decir, no la reconocí, la cara que recuerdo no concordaba, nada concordaba. Fui hacia ella, marqué su número cuando me encontraba lo suficientemente cerca. Contestó...
- ¿Entonces perdiste el conocimiento?
- No inmediatamente, pude oírla, incluso alcancé a acercarme y le toqué el hombro.
- Es curioso que hayas pasado un día entero sin ver tu reflejo.
- ¿Qué dice?
- Toma ese espejo por favor. Mírate. ¿Recuérdas quién eres?
- No. ¡No soy ese!
- Cálmate, relájate. Quiero que me digas algo. Cuando la viste ¿no tuviste la sensación de que fuera ella?
- No. Quiero decir, esa no era su cara, no era su apariencia.
- Lo sé. Me refiero a si no notaste algo que te hiciera reconocerla, una percepción conciente de ella, ignorando su apariencia.
- No, nada.
- Hum. Intentaré explicarte lo que pasó. Codificamos tus recuerdos. Es decir, intentamos deducirlos en términos de códigos de frecuencias eléctricas para reproducirlos después en otro cerebro. ¿Recuerdas la apariencia precisa de la mujer que esperabas?
- Permítame...
- No te esfuerces. No la recuerdas, pero sí sabes que ella no es como se veía, probablemente le asignaste una apariencia aleatoria. Pues bien, ese conocimiento es falso: ella sí es ella, en su cuerpo. Todos tus vínculos con ella carecen de una imagen de lo que ella es. Sólo logramos reproducir lo que podríamos llamar memoria emocional, pero no pudimos lograr que los recuerdos emocionales tuvieran significado y forma. Lo que tienes es un nombre que evoca ciertas emociones asociadas. En principio debería funcionar, deberías haber asociado también su fisonomía. No entendemos qué pasó, no llegaste a consolidar ese recuerdo y olvidaste su apariencia física. No pudiste experimentarla a ella, no como experimentas una manzana, la manzanez de la manzana, por decirlo de una forma.

29 de marzo de 2013

El ser y la Nada (I): Actuar

En la cuarta parte de El ser y la Nada, Sartre dice:
Actuar es modificar la figura del mundo, disponer medios con vistas a un fin, producir un complejo instrumental y organizado tal que... la modificación aportada a uno de los eslabones traiga aparejadas modificaciones en toda la serie y, para terminar, produzca un resultado previsto.
Luego dice que la acción es intencional, voluntad y propósito. Dice también que cuando se concibe otro estado de cosas donde nos vaya mejor, es decir, que podamos planificar e imaginarnos un estado de cosas posible desde nuestras capacidades donde estemos mejor, decidimos que el actual estado es insoportable. Si el sufrimiento del hombre no cambia no es porque esté habituado, sino porque no puede imaginar que las cosas puedan ser diferentes. Entonces no actúa "porque le faltan la cultura y reflexión necesarias para hacerle concebir un estado social en que los sufrimientos no existan". Parece que ciertas condiciones no les parecen accesorias o habituales sino naturales. Es decir, en cierto modo, esenciales. Ser obrero es ser pobre, lamentable, miserable, jodido, etc. Entonces desde esta situación en la que la condición es natural, no se puede concebir otra forma en la que las cosas fueran lo mismo pero mejores, es decir, no se puede pensar en ser un obrero que no sea miserable, que no esté bajo condiciones de trabajo penosas e indignas, que tenga más tiempo, mejor salario, etc. Y esto se repite hasta al absurdo en todas las condiciones humanas: la de la mujer que le toco ser mujer, la del católico, la del ingeniero, etc. Es decir, en cierto modo estas definiciones-distinciones nos llevan a la integración del hacer con el ser, como si nuestras condiciones externas fueran intrínsecas a lo que somos, una visión muy determinista. No podemos hacer otra cosa que no seamos. Obviamente, Sartre quiere romper con esto, en aras de ser más auténtico en oposición a la explotación. Contrapone dos situaciones: la responsabilidad individual versus la causalidad estructural. No niega la influencia de las condiciones, y lo resume en su famosa frase: siempre podemos hacer algo de lo que hicieron con nosotros.

P.S. (3.junio.2013)
Es difícil no hacer una reflexión sobre el presente, sobre las condiciones de los trabajadores actuales (los white-collar workers y los blue-collar workers). Un obrero de principios de finales del siglo XIX y principios del XX miraría asombrado a nuestra clase trabajadora y profesional. En este tiempo se comienza a cobrar conciencia de las condiciones de vida del proletariado, el trabajador comienza a rebelarse a raíz de las concepciones marxistas donde el generador del capital, el obrero, es paradójicamente el más empobrecido y en las peores condiciones. Comienzan entonces las luchas sociales: los derechos humanos, la prohibición de trabajo para los niños, la igualdad de género, la implementación de la jornada laboral de 8 horas, la seguridad universal, etc.
¿Por qué ha habido un retroceso? En mi opinión se ha educado a una sociedad entera bajo la premisa del trabajo-para-vivir. Quiero decir con esto que se ha implementado una conciencia de clase, un tipo de fusión del hacer con el ser. Quizá peque de reduccionista, pero se puede verificar con simplemente mirar el objetivo de toda la educación que recibe un ser humano: integrarlo a una sociedad consumista-productora de bienes y servicios. Compra y produce, produce y ganas, ganas y compras más. Y es bajo esta educación que un educando comienza a pensar que el trabajar (y trabajar más que otros) es intrínseco al ser humano. Un humano exitoso, un humano realizado es uno que logró trabajar y acumular bienes. El éxito profesional es la cumbre de nuestro sistema social. Cualquier cosa que tenga qué soportar un ser humano para lograr llegar a la cumbre es percibida como transitoria y necesaria, por ello todo es tolerable, incluso que abusen de nuestros derechos, abusar de los derechos de otros, aceptar cambios perjudiciales, dañar nuestro ecosistema, etc.

26 de marzo de 2013

Unas palabras que les sonarán mainstream: El progreso está atascado de errores y desestabilizaciones. Empezando por aquella singularidad justo en el momento en el que nació el universo dando origen al Big Bang... fue la primera cosa inestable, y también la más grande. No sabemos a quién le salió mal ese experimento.
Seguimos con la historia de eso. La convulsa historia de la formación de los elementos químicos en el centro incandescente de estrellas en proceso de descomposición. Éstas explotaron, su polvo cósmico devino en otros cuerpos celestes, por ejemplo, la Tierra. Nitrógeno, oxígeno, carbono, azufre, fósforo, sodio, calcio, etc. Energía que hoy nos aniquilaría nos dio origen: luz uv, calor volcánico, y otras radiaciones ionizantes fueron la fuente que usó el organismo primigenio para organizarse. Mutaciones, sí, cosas inestables, orden del caos, patrones emergieron, así como emerge de un mar convulso de letras en nuestra memoria una palabra.
Acumulación de desorden, de anomalías, y los organismos fueron haciéndose cada vez más complejos. Uno de aquél lado producía dióxido de carbono, otro más allá lo utilizaba y producía oxígeno. Uno tenía branqueas, otro piernas o alas. Lancen un puño de hojas en un remolino de viento e intenten predecir su estado final.
Hablo del lenguaje que quizá surgió como un juego de niños que descubrieron sus cuerdas bucales por error. Porque el error rompe con el pasado y hay que reinterpretar. Hay qué ser creativos, dialécticos.
También hablo de Marx que pensó la historia como una lucha de clases al notar el desgraciado rumbo del capitalismo como error y horror económico.

De Einstein que creó la Teoría de la Relatividad porque Newton se había equivocado. De la interpretación de Copenhagen de la mecánica cuántica que hizo de la realidad nada más que una percepción probabilística.
De Bolztmann que dijo que el universo se enfriará y desaparecerá en la nada algún día, porque estamos viviendo un error, y esa es una forma de cerrar la historia.

24 de marzo de 2013

Leteo

La superficialidad en entresijo, levitar como una hoja en el otoño. (Ocho minutos de llanto como fiel gotera, en la bañera suave. No importa... tengo otra vida en la vajilla nueva). El vaso vacío en la mano desde hace horas, sobre el pasto seco, sobre mi sombra, se derrama. Las fotografías son la entrada a lo perdido.

La existencia es algo absolutemente innecesario, se puede trascender desde la muerte. (Turbia sangre, rojo escarlata, sangre oxigenada. Paredes exquisitas, navegables; dulce olvido). La memoria múltiple sujeto. La memoria deveniendo tú, separándose, escindiéndome. Este, aquel, la percepción. Yo otra vez. Los rostros del espejo, la vía láctea. La fundación de la tristeza. La elongación de la nostalgia.

Dios oxidado detrás de la puerta. (Qué linda voz la de la nada, Sigur Rós lloró un piano en la distancia). Adán se suicidó sin Eva, Eva murió de soledad.

j/e, 05/07/09, 00:15

Concatenación causal


Si dios existe o no, eso no hará la diferencia. Aquí esbozamos un breve artículo científico donde explicamos un alumbrador experimento en Biología Sintética. Jack Szostak, de Harvard, ha probado la creación de autómatas celulares basados en moléculas autorreplicantes, bicapas lipídicas que se alinean espontáneamente, y un intercambio de energía/materia en un medio de soluciones acuosas.
La teoría termodinámica de la abiogénesis parace más real que nunca. Un servidor, basado en los primeros experimentos de Szostak y Ghadiri, logró identificar moléculas pre-RNA autocatalíticas, que se arreglan en una solución acuosa de acuerdo a los grupos funcionales y las interacciones que se pueden lograr entre ellos.
Por más que el autor buscó y buscó, en esas moléculas, capaces de autoordenarse y formar lo que bajo criterios actuales llamamos vida, no encontró nada parecido a un diseño inteligente, o un creador. El autor se propone a sí mismo como un creador.:

Si bajo condiciones controladas, un científico logró crear células a partir de simples moléculas orgánicas inertes, y estas células son capaces de una evolución darwinista, ¿podremos llamar dios a este científico? ¿ Qué clase de dios sería? Un dios con bata, y sus poderes serían el conocer reactivos, mecanismos de reacción, tubo de ensayo, computador, simuladores...

La vida, dicen los que saben, se formó una vez y para siempre. Una vez adquirimos suficiente complejidad (es decir, los elementos que nos forman interaccionaron unos con otros y de esa interacción surgieron fenómenos emergentes... la visión, las neuronas, el olfato, la mente...), quisimos investigar nuestro origen.
Por allá, hace miles de millones de años, quizá existieron unos científicos muy curiosos, una forma de vida que al averiguar sobre su propio origen, metieron varios moles de aminoácidos, nucleótidos y moléculas orgánicas a un tubo de ensaye, y aislaron moléculas replicantes, micelas, células... Sorprendidos por su descubrimiento, pero sin saber todavía cuál era su origen, decidieron visitar un planeta en ciernes en una galaxia cercana, y una vez en él, liberaron su producto en un mar sobre arcilla. La vida evolucionó, adquirió complejidad. Se formaron especies. Se formó un órgano capaz de averiguar al mundo, razonar, inventar.
Y decidieron averiguar sobre su propio origen. Inventaron una ciencia rudimentaria, y comenzaron a experimentar sobre las posibilidades, las combinaciones, las circunstancias que pudieron haber hecho posible la vida. Y crearon vida, vida primitiva. Quisieron experimentar con ella, someterla a ciertas condiciones que, creyeron, fueron las condiciones donde se desarrolló y evolucionó. Decidieron que la mejor manera de dilucidar esto era experimentarlo en otro planeta, en cercano el Sistema Solar.

Y la historia se repetía, vez tras vez. Los habitantes de cierto planeta evolucionaban y se preguntaban sobre su origen, sobre su fin. Afanados en contar su propia historia, jamás pensaron, y jamás quisieron aceptar la respuesta más sencilla: nada, no pasa nada. De los confines del vacío, del más absoluto vacío, la posibilidad de que surja un dios es tan insondeable como de la que surja la pura y sola materia. ¿Qué clase de dios busca la humanidad? ¿Uno que le dé sentido a su búsqueda? Quizá ese creador esté muerto, nada nos espera al final de la vida. Y el universo se irá deteriorando hasta su ulterior desaparición...

j/e, 18/09/10, 16:00