Hoy vamos a dar por falsa mi existencia. Hoy vamos a suponer que no existo, que no hay tal foto mía, que no dejé un halo de calor sobre la almohada.
Estamos reunidos hoy para presenciar la desaparición de un hombre. Desaparición en su sentido más puro. Tómense estas píldoras. La vida tiene un sentido metafórico. Quién sabe qué nos está ocultando la memoria.
Hoy, sin embargo, vamos a decirle a la memoria lo que debe recordar. Vamos a destruir una parcela de la realidad, a construir un hueco, a meter la nada en el espacio que ocupaba.
Repitámoslo incansablemente: no hay tal lugar llamado Emmanuel, no existe tal cosa. Ese de ahí no es, no está. No es su voz ese sonido, es el silencio, el ruido de fondo. Soy el destino de mi existencia.
La verdad, si me preguntan, es que no estoy aquí. No juego con ustedes el juego de ser. Soy el destino de mi existencia.
20 de agosto de 2011
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